EL MITO DE LA MEDIA NARANJA
PLATÓN
Estoy convencida de que, como a mí, desde pequeñ@ te dijeron que una
de las claves para solucionar posibles problemas de pareja era encontrar
tu Media Naranja. Ya que, cuando encontraras una persona que se
complementara contigo para hacer un todo (una naranja completa), sería
como el final de los cuentos infantiles. Serías feliz y comerías perdiz. Pero
vayamos primero a ver dónde está el origen del mito.
El origen de “la media
naranja” se remitía a hace mucho tiempo, a uno de los filósofos griegos:
Platón. Concretamente en su obra El Banquete.
En ella Platón nos relata un diálogo entre Apolodoro, Albíades,
Aristodemo, Aristófanes, Erixímaco, Sócrates (a quién le debemos qué es
el coaching) en casa de Agatón. El tema del diálogo: el Amor.
Éste explicaba que al principio la raza humana era casi perfecta y que
“todos los hombres tenían formas redondas, la espalda y los costados
colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías
unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza,
que reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos
órganos de la generación, y todo lo demás en esta misma proporción”.
Además existían 3 clases de seres humanos: el primero, el compuesto por un hombre y otro hombre –descendiente del Sol-. El segundo, compuesto de una mujer y otra mujer –descendiente de la Tierra-. El tercero, compuesto de un hombre y una mujer,
llamado “andrógino” –descendiente de la Luna-. La obra nos cuenta cómo
“los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto
concibieron la atrevida idea de escalar el cielo y combatir con los dioses”.Tal osadía provocó la ira de Zeus, quien decidió volver a someter
al ser humano y reducir su fuerza: lo hizo dividiendo a estos seres en
dos mediante un rayo. De esta forma nos hizo seres incompletos. Cada
mitad empezó a hacer esfuerzos para encontrar la otra mitad de la que
había sido dividida “y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se
unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con ardor tal
que, abrazadas, perecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada
la una sin la otra”.
Ahí tenemos el origen de la media naranja, y no me
parece muy motivador. Se trata de la búsqueda desesperada de unión entre
dos mitades supuestamente enamoradas, estando incluso dispuestas a
morir de hambre e inacción. Y este mito ha llegado a nuestros días.
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